sábado, 28 de noviembre de 2015

El como Rufus T.Firefly conquistó Madrid


Se había levantado mucha expectación en torno al concierto de esta banda madrileña. Y la verdad que no era para menos. Un auténtico espectáculo se mire por donde se mire. Pero no adelantemos acontecimientos, vamos paso a paso y lo primero es hablar de Lázaro, los teloneros que nos calentaron antes del plato principal.




Rufus T.Firefly nos citaban a las 20:30 en la Sala Ocho y medio para no perdernos a los que serían sus teloneros al son de que nos encantarían.
Lázaro fueron los teloneros y la verdad que no mientan los chicos de Rufus cuando decían que nos encantarían. Con un toque a russian red o anni b sweet pero más rockeros y con un sonido compacto y bien  trabajado por parte de los cuatro miembros de la banda fueron un aperitivo perfecto a lo que se nos vino después.



Un poco antes de las 22 horas aparecían en escena los cinco componentes de Rufus T.Firefly.La banda formada en Aranjuez en 2006, comenzó con temas sosegados como queriendo tomar el pulso al escenario. Con un sonido muy natural y maduro, los madrileños fueron seduciendo al público con un propuesta con tintes rock mezclado con la psicodelia.

Se fue repasando su discografía haciendo hincapié en "Nueve" su último trabajo y que les ha hecho colocarse en un lugar privilegiado en el panorama musical indie nacional .

Más que una banda es un grupo de amigos o incluso hermanos, eso se nota en la unión y complicidad sobre el escenario que demuestran.
El de hoy no era un concierto más, aparte de significar el fin de la gira de este último disco, suponía el adiós de Alberto Rey a la banda. El sentimiento por la pérdida de Alberto dejo paso a una energía inusitada sobre el escenario ,donde Víctor, cantante de la banda, se supo mover como pez en el agua ,apoyado por una gran banda y la potencia de Julia a la batería, con temas como ¨Pompeya¨ qué atronaron en el Ocho y Medio. 
Entre medias hubo tiempo para un par de colaboraciones con gente allegada al grupo, que no hicieron más que subir el tono emotivo de la cita en Madrid.


 

Con una puesta en escena muy cuidada, apoyada por un muy bien llevado juego de luces, y el sonido tan característico y potente que caracteriza a la banda,  consiguieron que la hora larga que pudimos disfrutar del concierto se nos hiciera muy corta.


Fue así, tema tras tema, que llegamos al bis de la banda donde pudimos escuchar temas como canción infinita o el tema que me hizo engancharme a esta súper banda "test de Voight-Kampff" una obra poética puesta en escena a modo de canción. Para terminar con el tema que abre "Nueve" " el problemático Wiston Smith " una manera apoteósica de terminar un concierto donde rufus se ha reivindicado como una banda que es ya una realidad en nuestro panorama musical. 


LARGA VIDA A RUFUS T.FIREFLY

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