Se había levantado mucha expectación en torno
al concierto de esta banda madrileña. Y la verdad que no era para menos. Un auténtico
espectáculo se mire por donde se mire. Pero no adelantemos acontecimientos,
vamos paso a paso y lo primero es hablar de Lázaro, los teloneros que nos
calentaron antes del plato principal.
Rufus T.Firefly nos citaban a las 20:30 en la Sala
Ocho y medio para no perdernos a los que serían sus teloneros al son de que nos
encantarían.
Lázaro fueron los teloneros y la verdad que no mientan
los chicos de Rufus cuando decían que nos encantarían. Con un toque a russian
red o anni b sweet pero más rockeros y con un sonido compacto y bien
trabajado por parte de los cuatro miembros de la banda fueron un aperitivo perfecto
a lo que se nos vino después.
Un poco antes de las 22 horas aparecían en escena los
cinco componentes de Rufus T.Firefly.La banda formada en Aranjuez en 2006, comenzó
con temas sosegados como queriendo tomar el pulso al escenario. Con un sonido muy
natural y maduro, los madrileños fueron seduciendo al público con un propuesta
con tintes rock mezclado con la psicodelia.
Se fue repasando su discografía haciendo hincapié en
"Nueve" su último trabajo y que les ha hecho colocarse en un lugar
privilegiado en el panorama musical indie nacional .
Más que una banda es un grupo de amigos o incluso
hermanos, eso se nota en la unión y complicidad sobre el escenario que
demuestran.
El de hoy no era un concierto más, aparte de
significar el fin de la gira de este último disco, suponía el adiós de Alberto
Rey a la banda. El sentimiento por la pérdida de Alberto dejo paso a una
energía inusitada sobre el escenario ,donde Víctor, cantante de la banda, se
supo mover como pez en el agua ,apoyado por una gran banda y la potencia de
Julia a la batería, con temas como ¨Pompeya¨ qué atronaron en el Ocho y Medio.
Entre medias hubo tiempo para un par de
colaboraciones con gente allegada al grupo, que no hicieron más que subir el
tono emotivo de la cita en Madrid.
Con una puesta en escena muy cuidada, apoyada
por un muy bien llevado juego de luces, y el sonido tan característico y potente
que caracteriza a la banda, consiguieron que la hora larga que pudimos
disfrutar del concierto se nos hiciera muy corta.
Fue así, tema tras tema, que llegamos al bis de la
banda donde pudimos escuchar temas como canción infinita o el tema que me hizo
engancharme a esta súper banda "test de Voight-Kampff" una obra
poética puesta en escena a modo de canción. Para terminar con el tema que abre
"Nueve" " el problemático Wiston Smith " una manera
apoteósica de terminar un concierto donde rufus se ha reivindicado como una
banda que es ya una realidad en nuestro panorama musical.
LARGA VIDA A RUFUS T.FIREFLY
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